Extracto de un entrevista de la revista italiana 30 Giorni (inverno, 1995) a dom Gerard Calvet OSB, abad fundador del monasterio benedictino tradicional de Santa María Magdalena del Barroux (Provenza, Francia).
30Giorni: Mientras se aproxima el tercer milenio, vosotros vivís la vida de los primeros monjes. ¿Qué sentido tiene hoy la vida monástica?
Calvet: Los monjes inconscientemente construyeron Europa. Su aventura es primariamente, sino exclusivamente, una cosa interior. Estamos movidos por la sed: sed de lo absoluto, sed de otro mundo, sed de verdad y belleza. La liturgia alimenta esta sed al hacernos volver nuestros ojos a las cosas eternas, y mediante ella el monje se convierte en un hombre que tiende con todo su ser hacia las cosas que no perecen. Los monasterios, de ayer y de hoy, son primariamente dedos que señalan hacia el cielo en silencio. Luego de eso deben ser también academias de ciencia y cunas de civilización. Pero primero son recuerdos obstinados e irreductibles de que hay otro mundo, del cual este mundo es tan sólo la imagen, el anuncio y el heraldo. Esta es la tarea a la que los monjes estamos llamados. Hoy, así como hace 2000 años.
Trailer de la película documental Veilleurs dans la Nuit que relata la vida en el monasterio del Barroux:
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